Disponer de buenas rutinas de higiene resulta fundamental para conservar una salud próspera. Dentro de estos hábitos, el cuidado de la boca es uno de los más importantes, pues descuidar esta zona del cuerpo puede traer diferentes problemas como las inflamaciones o las infecciones.
A continuación, reflexionamos sobre la importancia de una buena higiene bucodental.
La boca: una parte crucial de nuestro cuerpo
La boca es una parte del cuerpo que utilizamos constantemente y que tiene muchas funciones relevantes en la vida cotidiana. Para comprender lo esencial que resulta una buena higiene bucodental, Maria Cristina Rodríguez Azcarate, farmacéutica experta en el tema, nos indica que debemos conocer su papel en nuestro organismo. Es el siguiente:
- La boca es indispensable para la vida, pues a través de ella respiramos e iniciamos el proceso de alimentación.
- En las edades tempranas se convierte en un poderoso foco de exploración para el ser humano, pues se comienzan a descubrir los sabores y texturas a través de ella.
- Se trata de una gran herramienta de comunicación, con la boca hablamos con otras personas o reímos.
- Corta los alimentos y los prepara para una correcta ingesta, pues los dientes son elementos fundamentales en nuestra subsistencia.
Esta cavidad multifuncional presenta su propio ecosistema complejo, con una gran cantidad de especies microbianas en ella. La higiene es crucial para mantener en equilibrio estable, ya que la proliferación de determinadas bacterias es lo que puede causar enfermedades como las caries o las infecciones en las encías.
Para ello, cuidar la placa dental se vuelve un punto imprescindible en las rutinas diarias.
Pautas para mantener una buena higiene bucodental
Si deseas tener una buena higiene en esta parte tan importante del cuerpo es conveniente que sigas determinadas pautas y adquieras los productos más adecuados. Mantén tu Higiene bucodental con Farmaciasdirect comprando todo lo necesario para adoptar buenos hábitos y siguiendo estas pautas:
- Usar reveladores de placa para identificar posibles problemas.
- Limpiar los dientes y la boca a diario tras las comidas. Para ello, es crucial contar con un cepillo de dientes adaptado a las necesidades de cada boca con la misión de que este llegue a todas las cavidades con relativa facilidad.
- Usar una buena técnica de cepillado para obtener resultados óptimos.
- El uso de irrigadores bucales.
- La limpieza de la lengua incluida en las rutinas diarias, pues en este órgano se pueden acumular bacterias.
- Realizar enjuagues bucales con los colutorios indicados según las características de cada persona, por ejemplo, para encías sensibles.
- Evitar en la medida de lo posible el consumo de alimentos muy azucarados que puedan dañar los dientes y realizar una buena higiene tras la ingesta.
- Asistir de manera regular al dentista para hacer las revisiones pertinentes, las limpiezas bucales profesionales y mantenerse al tanto del estado de la zona.
Si se siguen estos consejos es muy probable que se mantenga una buena higiene en esta zona tan delicada y tan importante. Además, estas rutinas favorecen la detección prematura de cualquier problemática, para poner el tratamiento oportuno y evitar que la enfermedad prospere.