Los implantes dentales son una buena solución para tener una sonrisa natural. Los dientes que se pierden o que necesitan una sustitución, pueden cambiarse por un implante. Este se conforma por un tornillo de titanio que se introduce en el hueso maxilar; a partir de ahí, el diente ocupa el puesto que tenía previamente el original para que, definitivamente, se logre una reposición.
El trabajo que realiza en este caso el dentista es muy preciso y complejo. Para ello, se lleva a cabo la osteointegración con la que fijar la fusión con el hueso. En este caso, se deben introducir algunas piezas metálicas que pueden ocasionar, en algunos casos, ciertos problemas en la encía o en otros dientes, del mismo modo que los propios implantes también pueden suponer un problema cuando no se realizan correctamente o si aparece algún tipo de infección.
A continuación, se presentan una serie de factores de riesgo que pueden surgir con los implantes dentales.
Infección en la boca
En el proceso de realización del implante, es posible que algunas bacterias de la boca se introduzcan en la encía y en las heridas que se han generado. Si la zona no se desinfecta correctamente o se encuentra sin una higiene adecuada, el hueco del implante puede ser un espacio óptimo para que las bacterias jueguen su papel y provoquen, así, una infección seria.
Normalmente, los materiales que se emplean suelen ser de alta calidad: titanio o zirconio. Esto no se considera un detonante para que se produzcan infecciones, pero si no se realiza correctamente el implante y no se sanea la zona, es posible que puedan aparecer infecciones. Esto puede suponer la necesidad de tomar un antibiótico que intervenga directamente y evitar la posible formación de pus.
Caída del tornillo del implante
En ocasiones, un paciente se puede plantear qué pasa si se cae un tornillo del implante. En este caso, pueden plantearse distintas situaciones. En primer lugar, la inflamación de la encía alrededor del implante, del mismo modo que se produce mal olor en la zona, alteración de la mordida y que se pueda mover el diente.
Problemas en las encías
Generalmente, la infección de los implantes aparece en las encías. Estas pueden hincharse y se produce un sangrado considerable, sin olvidar que se pueden producir rojeces, escozor y sensación de ardor. Incluso, pueden formarse pequeñas acumulaciones de pus provocadas por la infección. La hinchazón se manifiesta sobre la encía y se nota mucho más sensible una zona que, indudablemente, puede llegar a ser muy sensible si no se trata adecuadamente.
Cuando la infección afecta directamente al hueso de la mandíbula, entones el problema puede llegar a ser más serio. Este es uno de los factores de riesgo de los implantes que peores consecuencias tiene, ya que puede implicar la pérdida del hueso. Para solucionar este problema, no queda más remedio que recurrir a antibióticos fuertes que pueda sanar esta dolencia y acabar con la infección.
Atención de un buen profesional
Cuando se realiza una intervención de este tipo, es importante contar con un buen profesional que tenga conocimientos y experiencia. Los problemas que se generan en los implantes tienen que ver, en su gran mayoría, por un mal trabajo ejecutado sobre la encía. Esto puede desencadenar serias secuelas, tanto a nivel de infecciones como también de dolores.
El hecho de tener mal realizado un implante desencadena otro de los problemas en el paciente: molestias al masticar y alteración del sabor en las comidas. Si no se hace un buen servicio por parte del dentista, entonces hay muchas papeletas de que se pueda desarrollar una infección.
