El sector dental registró una facturación de 800 millones de euros en 2019. A pesar de que ha experimentado un leve descenso como consecuencia de la pandemia global, su solidez dentro de nuestro sistema económico lo sitúa como uno de los más prósperos de nuestro país. La prosperidad del sector, con los implantes dentales al alza, ha hecho que la apertura de clínicas dentales se multiplique exponencialmente. Sin embargo, debido a esta diversificación, puede resultar complejo identificar una clínica de confianza.
¿Cómo escoger la mejor opción? ¡A continuación te proponemos algunos consejos!
Vocación y orientación al paciente
El florecimiento económico de la salud dental ha llevado a algunos empresarios ajenos al sector a fundar clínicas simplemente bajo motivaciones económicas. El problema, es que en estos casos, suele haber una atención al cliente más despersonalizada. La comunicación se hace más transparente y cercana en aquellas empresas, como la Clínica Dental Moraleja Smile, que han sido fundadas por odontólogos especializados y profesionales que han dedicado su vida al mundo de la salud bucodental.
Detectar si detrás de un equipo existe vocación es muy fácil observando las políticas de atención al usuario y observando sus metodologías. Este indicativo resultará fundamental para escoger una clínica dental de confianza.
Información al paciente
El asesoramiento constituye uno de los pilares fundamentales de la atención al paciente. Recibir una información clara, honesta y veraz es un derecho fundamental del usuario. En este sentido, hacer partícipe al paciente de cada intervención resulta fundamental. El proceso de comunicación debe ser efectivo tanto en los momentos previos a la intervención, indicando al paciente los pros y contras de cada tratamiento, como en los momentos posteriores facilitando información relativa al mantenimiento y/o postoperatorio (en caso de lo haya).
Una buena clínica debe orientarse a procesos de comunicación ágiles y bidireccionales manteniendo a sus pacientes al tanto de cualquier información relevante.
Valores fundacionales y dinámicas de trabajo
La paliación, prevención y el diagnóstico efectivo deben ser la finalidad de las metodologías aplicadas. Para ello, se hace imprescindible que el odontólogo establezca lazos sólidos y cercanos con sus pacientes para conocer al máximo sus historiales clínicos y sus particularidades. Sólo así podrá proporcionar servicios adaptados.
Además, las labores de concienciación y educación en higiene bucodental son fundamentales. Un equipo implicado se preocupa por mejorar los hábitos de sus pacientes una vez hayan recibido los tratamientos prescritos. Un buen dentista se preocupa por el bienestar del usuario fijando y supervisando sus citas pendientes o invitándole a mejorar sus hábitos.
Tiempo de atención y calidad de recursos
La calidad de la atención depende en cierta medida de la cantidad de tiempo que se destina a ella. Algunas clínicas dentales se encuentran masificadas y por lo tanto sus tiempos de atención son excesivamente reducidos. Esto puede influir negativamente en la calidad de los diagnósticos y los tratamientos incrementando el riesgo de que se produzcan negligencias. Además, también influye la calidad de los materiales que se utilizan. Es importante que cumplan con las garantías mínimas de seguridad y estén avalados por la comunidad científica. A su vez, la disponibilidad de recursos de última generación puede mejorar la calidad de los servicios y asegurar el buen desarrollo de los tratamientos.
Medidas higiénicas y protocolos de desinfección
La esterilización y desinfección del instrumental resulta fundamental. Una clínica de confianza contará con un protocolo de limpieza y desinfección del material asegurándose de su correcto mantenimiento.
