Desde tiempos remotos, existe un remedio casero fácil, rápido y económico para tratar los problemas en la boca. El agua con sal es un tratamiento eficaz frente a los dolores de garganta, inflamación de las encías o alivio del dolor después de muchos procedimientos dentales.
A diferencia de otros remedios caseros, es recomendado por los dentistas en la actualidad. Sobran los sitios webs que hablan respecto a sus ventajas en el alivio de las molestias, como es el caso de dedienteadiente.es, sin embargo, pocos analizan detalladamente los beneficios reales y el origen de su uso.
¿Dónde comienza el uso medicinal de la sal?
La sal es utilizada como remedio casero desde el año 1600 d.n.e. sus beneficios para la salud, se encuentran impresos entre los manuscritos médicos más antiguos que existen en la actualidad.
Desde tiempos remotos, sus propiedades están asociadas a la desinfección y cicatrización de heridas, debido a su capacidad para secarlas. En el antiguo Egipto, la sal fue el ingrediente principal de múltiples soluciones para combatir las infecciones.
Por su parte, la medicina griega la utilizó en la creación de una aplicación tópica que combinaba sus propiedades con la de la miel. La acción conjunta de los ingredientes servía para desinfectar cortes y heridas.
Beneficios bucodentales del agua con sal
En su composición, la sal alberga elevado porcentaje de cloruro de sodio, sustancia que tiene la capacidad de inhibir las bacterias que se encuentran en la boca. De esta forma, se convierte en aliado en la prevención de la placa dental, sobre todo, la que se genera por deficiencias en la higiene bucal.
Asimismo, enjuagarse la boca con una solución de sal contribuye a la salud de las encías y acelera la recuperación de las úlceras bucales. Las gárgaras de agua con sal mitigan la acción del azúcar sobre la placa y evita que se generen los ácidos que atacan el esmalte dental.
Un remedio milenario avalado por la ciencia
Diversos estudios –como el publicado en la Revista de la Sociedad India de Pedodoncia y Odontología Preventiva– sustentan la eficiencia del agua con sal. Por un lado, reduce la formación de la placa y previene muchas enfermedades, mientras que, por el otro, favorece la cicatrización y desinflamación.
Muchos dentistas sugieren el uso de la solución después de una extracción dental, así como frente a las molestias que generan las úlceras bucales, ante las cuales también minimiza el tiempo de recuperación y evita la proliferación de bacterias.
¿Cómo preparar agua con sal?
La solución salina es un enjuague bucal eficaz y económico. Su preparación apenas demanda diluir ½ cucharadita de sal en 250 ml de agua tibia. Su uso se recomienda ante la presencia de úlceras bucales, para tratar molestias en la garganta o lengua y después de una extracción dental.
Cabe acotar que, si bien las propiedades del agua con sal suponen importantes beneficios, ninguno reemplaza a una rutina habitual de higiene bucal, por lo que sólo debe utilizarse como complemento de la misma.
¿Por qué incluir el agua con sal en el cuidado bucodental?
Este tipo de enjuague casero favorece la regulación del pH bucal, aspecto que reviste en el fortalecimiento de los dientes y la eliminación de múltiples bacterias. En simultáneo, sus propiedades antiinflamatorias minimizan la inflamación generada por distintas afecciones bucales.
Otra razón para incluir la solución como parte de la rutina de higiene radica en la manera que contribuye a reducir el mal aliento.
En definitiva, una alternativa funcional y económica de tratar cualquier clase de afección a nivel periodontal y conseguir alivio, después de la extracción de piezas dentales.